La Industria del Acero en Colombia Amenazada por Importaciones Chinas y Rusas. El gobierno, que asegura estar dispuesto a apoyar la industria nacional, ve cómo llegan toneladas de acero de China y Rusia que están ahogando a los productores nacionales y poniendo contra las cuerdas a Paz del Río, una de las empresas más emblemáticas del país. Aunque el tema no es nuevo y los productores nacionales llevan años pidiendo medidas frente a la competencia desleal del acero procedente de estos dos gigantes, particularmente de China, el problema se ha agravado en los últimos dos años ante el incremento en las importaciones. La situación llegó a un momento tan crítico que Acerías Paz del Río, una de las principales siderúrgicas del país con más de 70 años de historia, denunció que se está agudizando la competencia desleal con graves consecuencias para el empleo del sector. “Desde Paz del Río hemos venido protegiendo a toda costa los puestos de trabajo, asumiendo incluso pérdidas económicas importantes. Sin embargo, la situación ha empeorado y no podemos solos”, decía la empresa en un comunicado en el que pedía medidas urgentes y el establecimiento de una salvaguardia al acero que ingresa de manera desleal. Específicamente, mencionaba un incremento del 75% en las importaciones de acero en el primer semestre del año con países con los cuales Colombia no tiene tratados de libre comercio (TLC), como es el caso de Rusia y China. Es una competencia desleal porque llegan con precios subsidiados, muy bajos, que están poniendo en jaque a los productores nacionales.Lo que llama la atención es que si esta situación es conocida desde hace meses, el gobierno, que insiste en una política de reindustrialización, no haya tomado medidas, como sí lo han hecho otros países de la región. En el Ministerio de Comercio Exterior dicen que hay una investigación sobre el tema y un decreto en trámite. Pero cualquier decisión debe pasar por el visto bueno del Comité de Asuntos Arancelarios y Aduaneros, conocido como Triple A, lo que hace más prolongada la adopción de medidas. Mientras tanto, en el sector se preguntan ¿cuánto más se van a tardar en tomar cartas en el asunto? La industria lleva años con el agua al cuello, denunciando estos hechos y no pasa nada. ¿Es que acaso por venir el acero de China y Rusia se hace más difícil poner sanciones? O están esperando que pase una situación similar a la que vive Chile, que afronta la suspensión indefinida de las operaciones de su siderúrgica Huachipato porque la ahogó el ingreso masivo de productos de acero provenientes del gigante asiático. Los que sí se movieron fueron México, que impuso un arancel del 25%, y Brasil, que anunció la apertura de investigaciones y un sistema de cuotas arancelarias para frenar el impacto de los precios predatorios del acero chino. Chile, aunque puso un arancel del 15%, resultó insuficiente y tardío. Estos países, al igual que la mayoría de la región, han visto la gran penetración de productos asiáticos en sus mercados, lo que está llevando a la quiebra de muchas empresas. Sin embargo, algunos temen imponer sanciones porque no tienen el poder de Estados Unidos y Europa, que sí se han enfrentado al gigante asiático con fuertes aranceles. Cabe recordar que recientemente la Unión Europea les impuso duros impuestos a las importaciones de carros eléctricos de este país, desatando una guerra comercial. Youtube Instagram Link China tiene cerca del 60% del mercado mundial del acero y produce al año alrededor de 1.000 millones de toneladas, mientras que América Latina produce alrededor de 53 millones de toneladas, lo que refleja el gravísimo desequilibrio en este mercado. En Colombia, la producción no alcanza los dos millones de toneladas.A esta brutal competencia se suma el hecho de que no todos los actores de la cadena están de acuerdo con imponer aranceles. Ese es el caso de la construcción, que utiliza grandes cantidades de acero, una de sus principales materias primas. El gobierno está analizando este panorama y sopesando los pro y contras de una medida contra Rusia y China. Si dejamos que siga el ingreso masivo de productos importados a precios bajos, no solo será la industria del acero la que puede llegar a desaparecer, sino muchas más. No nos arriesguemos a tener que llorar después sobre la leche derramada.